
Son las 10:58 de la mañana del domingo 26 de julio. Antes de consultar el I Ching hago un ritual. Cuento las 64 cartas con los hexagramas que componen este mágico libro. Después barajo tres veces, parto el mazo y saco las dos primeras cartas. Hoy a ese ritual añadí la quema de aceite de canela en un bello incenciario de talavera y escuché las Gnossienes de Erick Satie. Después habrá ocasión de contar a detalle porqué añadí la música simple de Satie y el picor sagrado de la canela para realizar la pregunta con la que inicio este blog.
Ayer apenas pude dormir. En esta larguísima cuarentena el insomnio suele frecuentarme. Pero es la primera vez que el insomnio se debe a la expectativa por esto del blog. Hacía mucho que no me entusiasmaba de esta manera. ¿Qué preguntarle al I Ching? ¿Qué camino elegir? ¿Qué escribir? ¿Para qué escribir un blog? ¿Contaré cosas personales o más filosóficas y generales?
¿Por qué tanto alboroto por una pregunta?
El inició del blog lo hice por casualidad, como si fuera un juego. Y por desesperación. La cuestión estuvo así. Ayer me acordé de un compañero del posgrado que, en una de las tantas charlas, nos comentó en clases que él tenía un blog y explicó más o menos de qué se trataba este medio de comunicación. En ese tiempo se me hizo uno más de los ejercicios de la vanidad y el narcisismo que nos ofrece internet. Eso fue hace nueve años y ahí se quedó guardado en no sé qué rincón de mi memoria. Hasta apenas ayer sábado me puse a investigar, abrí mi propio blog y puse la primera semilla: esta presentación.
Así se lo platiqué a la doctora Metrodora, mi compañera de vida. Se lo tuve que contar por teléfono porque se fue a su guardia nocturna en el hospital psiquiátrico Hacienda Abandonada, lugar donde trabaja. Hoy, desperté más temprano que de costumbre y se me ocurrió otra de mis locuras. ¿Y si Metrodora me hace el honor, como mi primera lectora, de hacer la pregunta al I Ching? Así se lo propuse. Ella aceptó.
Una de las cosas que más admiro de Metrodora es su tipo de inteligencia. Ya ni comentarle las preguntas que me habían atormentado buena parte de la noche. Sin duda son más certeras las que de forma espontánea ella me mandó. Por eso fue que le pedí el honor de que fuera su pregunta la que inaugurará este blog y ella la primera lectora de esto que estoy escribiendo. La pregunta no la transcribo para hacerla un poco de emoción.
El primer hexagrama es el número 36 Ming I EL OSCURECIMIENTO DE LA LUZ.
La imagen es la siguiente: Se arroja tierra sobre el fuego extinguiendo la luz y el calor.
El significado fundamental es el siguiente: Incluso en las situaciones más difíciles y tormentosas hay que seguir siendo leales y respetuosos en los enfrentamientos con el prójimo. Sólo así se podrá salir de esa situación difícil con la cabeza alta y con la posibilidad de volver a empezar como patrón.
El segundo hexagrama es el número 49 Ko LA REVOLUCIÓN.
El significado fundamental es el siguiente: Tú mismo, con gran sorpresa por tu parte, podrás llevar a cabo los cambios necesarios cuando llegue el momento. Persevera. Conseguirás tus objetivos y tendrás éxito.
La imagen es la siguiente: El volcán entra en erupción y el lago que está en su interior se convierte en vapor.
Confucio dijo del primer hexagrama, entre otras sutiles cosas, la siguiente: ¡La luz ha sido robada¡ Y del segundo hexagrama, entre otras sutiles cosas, dijo: Es el momento de la renovación. No hay posibilidad de error. También dicen que dijo que, si pudiera vivir cincuenta años más, los dedicaría a estudiar el I Ching. Mi desconocimiento del chino es absoluto y apenas llevo cinco años estudiando el también conocido como libro de las mutaciones. Lo digo con sinceridad, creo conocerlo, si acaso, menos del uno por ciento. Con respeto le pedí consejo para que nos marcara el camino en este blog. La suerte está echada. El camino será largo. El camino es la felicidad, dicen los budistas.
Hermosa fotografía, y oro molido la información compartida. ¡ Gracias !
Me gustaLe gusta a 2 personas