A lo lejos ondulan por la bruma los cerros.

Casas: partículas celestes de piedra,

Árboles y nubes aborregadas: plumajes iridiscentes del día.  

La tierra en Las Milpas hambrienta de lluvia,

Los huizaches secos,

Hojas ocres y espinas secas y quebradizas.

Un manojo de cardones y piedras sin agua.

El sol hace un par de horas quemó al Señor del Alba

Y ahora las cenizas flotan en el aire.  

Llegamos,

En la pared cuelga un cuadro: las letras no se distinguen,

En el piso lustroso hay charcos de luz. A la izquierda las escaleras.

A la derecha la puerta de la cabina de la radio Gi ne gä bu h´e th´o

-Bueno, mi nombre es Ángeles Pascual Ciprés Hormiga.

Yo nací aquí,

Aquí enfrente antes vivió el Nzaya Lecio Moctezuma,

Su juzgado era de puro, puro pasto con penca de maguey,

En aquel tiempo no había ni cemento, ni nada.

Aquí antes se llamó Chantepec,

En los últimos tiempos ya se cambió el nombre, ahora le dicen San Ildefonso.

¿Por qué se cambió de nombre?

Porque aquí vinieron los San Franciscanos a construir una iglesia,

Antes de terminarla los abuelos fueron en peregrinación a México. 

No sé si les donaron un Santo Patrón de San Ildefonso o lo compraron,

No sé cómo le hicieron, pero desde esa fecha para acá tenemos santito.

Las casitas se construían de piedra, con lodo.

Eran de adobe,

El que tenía una casita con teja en su casa era el de más billete.

¿Y en tiempo de sequía?

No había pasto, entonces tenía que techarlo de penca de maguey,

La gente en aquellos tiempos cortaba pencas de maguey,

Las doblaba bien, las planchaba,

Las secaba tantito y techaba las casas.

Luego, en tiempo más reciente llegó la Tolteca y la Cruz Azul,  

Ahí es donde empezó a circular más cemento en la comunidad.

Tengo la foto de esta calle: terracería, piedras y tierra había aquí.

¿Ves al perro que va por ahí?

Pura cagada de perros, puercos y burros había aquí.

En aquel tiempo, me dice un amigo: “¿a dónde trabajas”,

“Ningún lado,

orita na más le ayudo a mi papá

a cultivar las milpas,

poco lo que gánemos allí”.

Me dice: “pues vete a solicitar trabajo en Cruz Azul,

ahí con el maestro Alfonso dan trabajo”.

Solicité y me dieron de peón.

Hoy tengo setenta años y ya no nos dan trabajo.

Si usted va a solicitar trabajo a una compañía donde necesitan albañiles,

Me preguntan: “¿cuántos años tiene maestro?”,

“Tengo sesenta años”, le digo nomás.

“De sesenta años ya no te damos porque se va a caer la obra”.

Si mismo mi hija está haciendo su casa,

Le construí un poco de esa ventana que ves,

Nomás le paré los muros,

Dice mi hija “no te subas papá, mejor buscamos un albañil,

Ya nomás vigílalo,

Nada más estate acá abajo y dígale cómo se va a hacer, na más”.

De ahí a la fecha ya no he buscado trabajo.

Aunque vayamos a buscar no nos dan porque se fijan en la edad.

Ahora voy a la milpa dos, tres veces a la semana,

Ahorita no llueve nada. Ahorita ya fui de vuelta, ya regresé.

Sembramos en el mes de marzo o abril o mayo,

Depende del tiempo que venga ¿no?

Hay veces nos llueve muy tarde, nos llueve casi hasta junio.

Aunque usted tiene ganas de trabajar, de sembrar una milpa,

Llueve hasta junio o julio,

No se puede echar la semilla antes,

Hay ardillas y tlacuaches que sacan la semilla,

No podemos sembrarlo hasta que llueva,

El primer aguacerazo o el segundo aguacerazo,

Entonces sí metemos yunta,

Dos o tres personas, les pagamos ciento cincuenta al día

Y llevamos su agua, o su pulque, no sé qué tome la gente ¿no?

Le digo, “¿usté qué toma, pulque o agua?”,

“Llévame agua” dice, “llévame pulquito”

Órale, yo llevo su pulquito,

Entonces le damos de comer también, para que nos cobren barato,

Continuamos la escarda, la arrancada de yerbas, llevamos talachos,

Si no tenemos dinero nos toca solos el arranque de la yerba y la escarda.

Parece que hace sesenta o setenta años llovía mucho,

Yo me acuerdo muy bien cuando sembraba mi papá las parcelas,

Allá en la hacienda vieja no paraba de llover.

Ahora es una tierra negra por las aguas negras,

Si siembran el frijol y maíz, el frijol sí nace bien bonito,

Crece como treinta centímetros y florea,

Al final se seca,

Será que le hace daño mucha agua negra y por eso la tierra está negra.

Aquí sembramos el temporal, nace bien el frijolito

Florea bien bonito y no se seca.

Eso sí, hay que cuidarse del chapulín.

A veces entra una plaga de chapulines,

Y hay que curar la milpa,

Y hay que comprar una medicina especial para chapulín.

Las hojas del maíz se las acaban los chapulines.

Ya ahorita fui en la mañana, no hay ni chapulines ni nada.

¿Onde se metieron?¿En la tierra? ¿En la cerca?

En el tiempo de lluvia, empiezan a nacer los chapulines

Chiquititos como hormiguita.

Cuando hay pasto verde van creciendo los chapulines,

Hay dos o tres tipos:

Uno es el de alas negritas y se vende aquí en Tula.

El otro tipo de chapulín vuela,

Cuando los quieres agarrar vuelan como unos tres metros.

Esos no se comen.

Y hay otro que le decimos el soldado,

Son unos grandotes de colores negro y verde.

Esos también se comen el maíz.

Ya llevo como mil pesos gastados de pura medicina.

Ya mejor no le eché. Nunca vas a combatir al chapulín,

La medicina acaba los que hay dentro la milpa,

Y a los dos o tres o cuatro días ya está de vuelta, llega más chapulín.

Es una plaga. Hay muchos de esos animales en el monte.

Chapulines por todos lados, ¡son una plaga!

Hay grande, hay chiquito, brincan por todos lados.

Me dicen los compañeros de aquí:

“Si tienes gallina, llévala para que se los coman.

Los huilos y las gallinas los comen,

Luego ya no comen, ya no les gustan

Puro chapulín diario, diario, se empachan.

Yo tengo frijol.

Ni he revisado si ya tiene gorgojo,

Le digo a la señora “¿no te fijaste en el frijol?,

A lo mejor ya se engusanó”, le digo.

Sí, sí nos ganó un costal de frijol: le entró el gorgojo,

Y ese gorgojo se acaba el frijol,

Y nadie te lo puede comprar.

La gente conoce, aunque no siembra,

Se da cuenta qué clase de frijol come.

No sé si el agua negra ayude a combatir los gusanos.

El agua negra tiene mucha química.

En el río de aguas negras viene gasolina, aceite, thiner, pintura

Y otros líquidos que echan para acá los hospitales allá en México,

Por eso no crían animales donde hay aguas negras.

Yo he visto, las milpas como de cincuenta centímetros,

Chapulín no veo nada ahí. No veo nada.

Platicamos en la asamblea

¿De qué sirve den mucho maíz las milpas de riego de aguas negras?

El maíz está seco, seco, siempre contaminado de algún líquido,

Porque como acabo de explicar, viene mucho líquido tóxico en esa agua negra.

Al final sí lograste dos, tres toneladas de maíz,

Al guardar la cosecha le metes pastilla para volverlo a intoxicar:

Así han muerto personas por esa medicina.  

¿De qué sirve cosechar mucho si vuelves a contaminar el maíz?

Llegan de Tlahuelilpan vendedores de maíz aquí en San Ildefonso,

Todos los ejidatarios de Tlahuelilpan riegan con aguas negras,

Hasta se pelean por el agua, hasta se matan.

Sí da mucho maíz, mucha calabaza, frijol y chile,

Pero son semilla contaminada:

¿Cómo la ves?

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