De esa misma manera impuso un orden en las grandezas mundanas, para que todo se administrara con justicia, haciendo que de tiempo en tiempo pasen los bienes de una nación a otra y de una a otra estirpe, y así tiene que ser, por más que la ignorancia humana intente impedirlo. Es por ello que en un tiempo imperan unos y después caen, para que otros les sucedan, según el juicio de aquello que permanece oculto, como la serpiente bajo la hierba. La ciencia humana no puede oponerse a ese gran poder…