A seis días de terminar la lectura de Dante, he encontrado la página Digital Dante de la Universidad de Columbia. Es un sitio web dedicado al poeta y su obra, principalmente la Divina Comedia. El inconveniente es que está en inglés, sin embargo vale la pena echarle un vistazo (https://digitaldante.columbia.edu/). Me pregunto si hubiese hecho los mismos comentarios a cada canto después de haber hallado esta página al principio. Me parece que no, sobre todo porque en el sitio hay un apartado donde vienen los comentarios de Baroliniano, canto por canto y no hubiera resistido la tentación de echarles un vistazo a diario, lo que hubiese sesgado mis opiniones, o, más bien, las hubiese encaminado por otro rumbo Como sea, ya será para la próxima re-lectura. Aún hay infinidad de cosas que comprender. De hecho, tengo la sensación de que he comprendido muy poco del poema sacro. Aún así, es una de las lecturas más intensas que he hecho en mi vida y de la que tantos frutos he recogido.

Hoy quiero comentar una parte del canto XXVII que puede dar para múltiples análisis y que me ha sorprendido cómo tiene relación con las propuestas más revolucionarias de la física y la biología del siglo XXI. Según el comentario de Baroliniano, este canto se puede dividir en tres partes: la militante, la parte mística y la parte polémica. En este breve acercamiento, me voy a enfocar en la parte mística. Y de esta parte me voy a enfocar sólo en el siguiente pasaje, donde Beatriz al hablar, como explica Dante, parecía que Dios se regocijaba en ella:

-La condición del movimiento en el que el centro permanece inmóvil y todo lo demás gira en su derredor comienza precisamente aquí, pues este cielo no tiene más principio que la divina mente, y de ella procede tanto el amor que le da impulso como todo aquello que trasmite su virtud. La luz y el amor le rodean en un círculo, de la misma manera que él rodea a los demás cielos, pero este círculo rige solamente a Aquel en el que se encuentra comprendido, sin que su movimiento se derive de ningún otro, sino que todos derivan de él, como del diez se deriva la mitad y su quinta parte.

La clave de interpretación, si no traduzco mal, la da el comentario Baroliniano, pues dice que Dante está señalando que en este círculo estamos más allá del espacio tiempo continuo, dentro de la mente de Dios. Estamos pues en un no lugar donde no existe el tiempo. En una singularidad, como dirían los físicos y cosmólogos modernos.

Esa singularidad dio origen al big bang. Sin embargo, ahora importantes biólogos y físicos se están cuestionando si nuestro universo fue creado por una especie de mente divina. Y lo hacen desde uno de los misterios que la ciencia aún no acaba de responder con satisfacción, ¿Qué es la conciencia? Esta pregunta en nuestros días, no sólo sigue siendo importante para la filosofía, lo es también para la ciencia y la tecnología. Y es que a pesar de los avances en la informática y robótica, aún lo que diferencia a los humanos de las máquinas es la conciencia.

Y es aquí donde entra la teoría sobre la mente del premio nobel de Física 2020 Roger Penrose y del médico anestesiólogo Stuart Hammerof tan en apariencia disparatada como fascinante, según la cual la conciencia es un proceso que tiene que ver con la física cuántica, enlazando los procesos que ocurren en la mente humana con el universo. En palabras de Hammerof: Es posible que la información de conciencia de todo el cerebro, esté enlazada y pueda existir en el universo como un todo.» De esta manera, nuestras almas están creadas con el el mismo tejido que el universo. Las consecuencias de esta teoría científica son abrumadoras, pues quiere decir que el universo tiene conciencia o como dice Dante, es la mente de Dios que pone a todo en movimiento. Según lo que he investigado, Hammerof lo vincula a las creencias budistas e hindúes, pero más bien habría que vincularlo a diversas cosmovisiones.

Por su parte Penrose, que rechaza las especulaciones religiosas, señala que esta conexión cuántica entre el cerebro y el universo, explicaría porque es poco probable que las computadoras algún día puedan tener conciencia, aunque sean muy buenas para el cálculo no pueden comprender, están desconectadas del cosmos.

Las consecuencias de esta teoría aún se desconoce, aunque ya se ha comprobado que en muchos procesos biológicos de humanos y de otros animales, interviene esta vinculación cuántica. Ahora bien, si esa información cuántica nos vincula con el universo, cuando morimos, dice Hammerof, es a información no se pierde, se integra a la conciencia del universo. Parecido a lo que postula el budismo. Y también a lo que postula Dante en el Paraíso, la desintegración mística en la luz. así, su concepción de la esperanza toma otro giro: tal vez deberíamos reconsiderar nuestras certezas sobre la vida futura.

4 comentarios sobre “#Dante2021 Canto XXVII: La conciencia y el universo

  1. Hola Arturo, un saludo agradecido. En mi afán de perseverar en la lectura de la Divina Comedia, me anima dar lectura a lo que escribes, hoy sobre el Canto XXVII del Paraíso.
    «Y has de saber que allá, en la tierra insana,
    nadie tiene el timón de su gobierno,
    y así naufraga la familia humana:
    «Y antes que enero salga del invierno,
    por la céntima, abajo descuidada,
    ha de girar el cerco sempiterno,
    «que la fortuna allá tan esperada,
    pondrá la popa donde está la prora,
    a su recto camino enderezada,
    «y el fruto bueno nacerá en su flora.»
    .*c¡íí
    Esta fracción del canto , me remite a lo que estamos viviendo, pareciera que no hay salida para la humanidad, pero seguro que la luz se fortalecerá. Serán interesantes los siguientes cantos!

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  2. Yo pasé antes por la cuántica que por Dante y sin ser docto en nada, en su más infinito término; nada de nada. Puedo decir que el premio nobel no va desencaminado. Lo único que la cosmovisión de Beatriz es mucho más bella. Qué bueno haberte encontrado en este universo paralelo.

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  3. Hola. Me parece interesantísima la relación de este Canto con la física y la biología. La idea de que el universo tiene conciencia y que nuestra alma se integra en la conciencia del universo, me parece fascinante y esperanzador para la humanidad. Tengo muchas ganas de releer la Divina Comedia y tu blog me ha dado fuerzas para hacerlo. Creo que es un texto que no llegaré nunca a entender, pero que me permite sacudir la mente. Gracias por tus reflexiones.

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