Las palabras por más que se corrigen
Jamás podrán representar tu Belleza,
Ni el fuego silencioso del origen
Ni los misterios de tu alma y su pureza.
Por un instante eterno sube al cielo
Cuando tu cuerpo al mío, Amor junta,
La tierra, y la verdad quita su velo.
Las palabras se quedan en la punta
Del corazón que habla otro lenguaje
Luminoso recuerdo del camino,
Del árbol de la vida es el ramaje,
Hambre y sed mística hacia lo divino:
Berenice, la fe en verso que te nombra
De la Palabra prístina es la sombra.
José León