Desocupado lector o desocupada lectora, bien es conocido que don Quijote se enfermó de literatura. Yo te propongo que nos enfermemos de esa rara enfermedad. De nada nos va a servir y es posible que las cosas empeoren en tu vida, no por la lectura del inmortal libro, sino por el colapso y la pandemia informática, cultural y natural que padece nuestra civilización. No nos curará, pero nos hará pasar horas felices en estos tristes tiempos. Dostoievski dijo que el Quijote es una obra para el fin del mundo y lo que hoy estamos viviendo se le parece mucho. Mañana iniciamos con el prólogo y los siguientes días se leerá un capítulo por día. Te invito a que participes.
Arturo Herrera