Uno de los temas recurentísimos del Quijote es la relación y antagonismo entre realidad y ficción. En este capítulo, donde el hidalgo confunde dos rebaños de cabras con dos grupos de ejércitos, una vez más se nos presenta esa compleja dialéctica. desde leuego la manera tan exagerada en cómo se da esta confrontación hace que juzguemos de inmediato a don Quijote como persona falta de juicio. Porque ¿qué cosa es la locura sino ese desacuerdo entre nuestras ideas y la realidad? y sin embargo, la enseñanza es clara y la da el propio Quijote cuando Sancho le insiste a su señor que está confundiendo lo que ve: «El miedo que tienes —dijo don Quijote— te hace, Sancho, que ni veas ni oyas a derechas, porque uno de los efectos del miedo es turbar los sentidos y hacer que las cosas no parezcan lo que son» ¿Quién de nosotros, hombre o mujer, puede asegurar que sus ideas enbonan perfectamente con la realidad? Quien esté libre de locura y miedo que tire la primera piedra. Y por cierto, los cabreros sí que tundieron a don Quijote a pedradas y le tumbaron dientes y muelas más valiosos que los diamantes.
apocalíptik 