Naces alondra en la cama,
tu piar de crisantemos
descubre el místico drama
de lo que después seremos
en un mar de doble llama
con las lenguas como remos.
Tu piel de noche empapada
moja mis labios serenos
que por la senda sagrada
se consagran en tus senos
de tierra y ámbar morenos,
del deseo encrucijada.
Eres el tigre y la noche
navegando por las cosas
de oler el Amor gozosas.
De lujuria es tu derroche
de amapolas sigilosas
concentradas en un broche.
Eres lluvia en primavera
por el llano desolado
y como tu agua es severa
mi sexo es quinceañera
soñando por la pradera
en un potro desbocado.
Eres la noche abismal
y tu solunar ombligo
es la fuente primordial
donde renazco contigo,
y tu sexo es flor del higo
en la pila bautismal.
*Chantal Hernández