Hay una atmósfera de ensueño que deambula por cada episodio del Quijote. A veces más y otras menos, la sórdida realidad se encanta por las aventuras y disparates del famoso manchego y su escudero, pero también porque esas aventuras encajan con las situaciones y los personajes realistas con los que a cada paso se cruzan y que entran al juego. Como pregunta don Quijote: «¿cuál de los vivientes habrá en el mundo que ahora por la puerta de este castillo entrara y de la suerte que estamos nos viere, que juzgue y crea que nosotros somos quien somos?» Los lectores del Quijote en este enrarecido siglo XXI, perdemos la inocencia; aprendemos que nada es lo que parece.
Publicado por Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras
Anarquista patafísico y bloguero en ciernes Ver todas las entradas de Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras