Rondanas, clavos, frascos con salmuera,
garrafones de plástico arrumbados,
ropa vieja en huacales de madera,
el portón y el sillón desvencijados.
En el patio se eleva leve el humo
del comal donde cocen las tortillas;
los tiliches evocan maravillas
de la vida pasada. Aquí perfumo
la memoria; oxidado está el recuerdo
como el manto del tiempo está en las cosas.
En las macetas encarnadas rosas
con la mugre y el polvo hacen acuerdo:
en el cuadrado templo cotidiano
el misterio del mundo está a la mano.