Una de las bellezas del Quijote son los diálogos. La voz única de cada uno de los personajes. tengo para mí, que el autor sabía escuchar muy bien las voces callejeras. La novela tiene un estilo oral y conversado y que saca todo el jugo del habla popular. Recuerdo que lo que más me sorprendió cuando la leí por primera vez, fue que el arcaísmo con el que hablan algunos personajes aún está vigente en los rústicos de los pueblos y comunidades de por donde vivo. Y ahora más me sorprendo porque en las notas al pie de página vienen las traducciones de esos supuestos arcaísmos, los cuales andan vivitos y coleando. Tal es la fuerza que supo captar.
Publicado por Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras
Anarquista patafísico y bloguero en ciernes Ver todas las entradas de Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras