Si don Quijote es la primera vez que se siente tratado como caballero andante y seguimos la tesis de que tal vez no esté loco sino que sólo se haga, se explica por qué Sancho tiene tanto miedo ante las visiones que se le presentan, mientras que don Quijote responde al Diablo de frente y sin miedo. Tres o cuatro capítulos atrás don Quijote huyó y dejó a su fiel escudero por el miedo que le causo el ejercito del pueblo del rebuzno. ¿Y aquí ante el mismísimo Diablo no se inmuta? Don Quijote sabe que todo lo que se le presenta es teatro, y nosotros tal vez aprendemos una cosa: la locura no es un problema individual y ajeno a la telaraña del poder.
Publicado por Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras
Anarquista patafísico y bloguero en ciernes Ver todas las entradas de Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras