Estos episodios en el castillo de los duques tienen su tono carnavalesco, donde los papeles se invierten, los ricos por un día son pobres y viceversa, sólo que aquí el poder es el que se solaza con sus súbditos, o eso creen los duques, como en el caso de los azotes que el mago Merlín dice que Sancho se tiene que dar para desencantar a su señora Dulcinea. Una manera cruelmente cómica de darle un merecido al fiel escudero.
Publicado por Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras
Anarquista patafísico y bloguero en ciernes Ver todas las entradas de Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras