Dice Orhan Pamuk, el novelista turco, que una novela o narración para ser efectiva debe darle énfasis y profunda significación a los objetos en relación a los personajes. Si esto es así, en el Quijote abundan los objetos, las pequeñas cosas que cobran el carácter de signo y símbolo. Como en el este capítulo cuando el narrador nos describe el calcetín roto del caballero, ¡cuántas cosas no significas! ¡qué de evocaciones nos trae la escena de Altisidora y qué diferente toda la teatralidad de los duques se nos antoja.
Publicado por Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras
Anarquista patafísico y bloguero en ciernes Ver todas las entradas de Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras