#Dante2021 #Dante700: Recomendaciones dantescas

Los que estamos en medio del camino de nuestra vida y nos gusta el metal, recordamos con cariño los años de bachilleres en las que escuchábamos con deleite a Sepultura ¿Quién no recuerda el álbum Roots, mezcla de raíces indígenas barasileñas y el mejor trash metal gringo? Sí, el grupo bajó bastante de nivel con la salida de Max Cavalera. al menos a mí me pasó que me olvidé de ese grupo sólo esporádicamente lo volví a escuchar. Pero con esta lectura de la Comedia, me encontré con la sorpresa de que en 2013 el grupo hizo un álbum completo sobre nuestro bardo, titulado Dante XXI. Ayer lo pude escuchar (está completo en YouTube) y es un buen album que interpreta a su modo el viaje dantesco.

Ayer también pude ver en Netflix la película Inferno, basada en la novela de Dan Brown pero que retoma imágenes y temática sobre Dante, a parte que la mayoría de la película tiene como escenario Florencia. Además, casualidades de la vida, el hilo conductor de la trama versa sobre un multimillonario que quiere exterminar a buena parte de la población por medio de un virus. Lo cual muestra que esta idea de que el virus fue creado, ya andaba rondando nuestro imaginario (una buena parte de la población aún cree que el covid fue creado en algún laboratorio). La película está entretenida y la actuación de Tom Hanks es muy buena. Creo que vale la pena verla. Aquí dejo el tráiler y la liga del álbum Dante XXI

#Dante2021 La Divina Comedia y el Rap

¿Qué ritmo actual se parece a los tercetos rimados de la Divina Comedia? Dicen los que saben que nuestra obra fue escrita por Dante en la lengua del pueblo. Y eso se siente si se lee en italiano: aunque no se entienda su significado hay un sentido que va marcando el ritmo del poema. Un ritmo alegre y ligero. Un ritmo con la fuerza que tienen algunas canciones de rap. Por ello creo que podríamos armar un concurso de composiciones inspiradas en el Infierno dantesco, pues es la parte que más llama la atención de chicos y grandes. Por algo será. Al buscar en YouTube si había algunas composiciones de este género musical inspiradas en la Comedia, encontré las siguientes maravillas:

Me llamo Arquímedes

Campesino

–Me gusta el nombre que te sugirió para el diario tu prima: Metrodora. ¿Cuál me pondrías a mí?

–Déjame lo pienso.

Llega como dice Pellicer, el momento colibrí:

–Ya está: ¡Arquímedes!

Le digo que me gusta mucho. Voy al cuarto y traigo el libro de álgebra de Baldor donde en la primera página trae un retrato de Arquímedes junto al dibujo de una batalla. También le digo que me gusta el nombre porque Hanna Arendt, en el último capítulo de la Condición Humana, habla sobre él.

Del Álgebra de Baldor

Metrodora al poco rato busca información sobre el matemático y tumbada en el sofá, lee en voz alta:

— Arquímedes fue asesinado por un soldado romano.

Ese dato no lo sabía o lo había olvidado. Aún así el nombre me late y le digo que si tuviéramos un hijo así me gustaría que se llamara.

Hanna Arendt empieza el último capítulo de la Condición Humana citando a Franz Kafka:

Encontró el punto de Arquímedes, pero lo usó contra sí mismo, parece que se le permitió encontrarlo con esta condición.

Empecé hace ocho días a escribir en este Blog. Ahora, creo, es el momento de explicar porqué estaba escuchando a Erik Satie antes de consultar el I Ching. Tiene que ver con una frase del músico: «Me llamo Erik Satie, como todo el mundo». En el periódico diagonal, dice Ignacio Aistaran al respecto:

Mucho se habla de la inteligencia colectiva pero poco de la intimidad colectiva, como si la conexión y el cuidado de los cuerpos fueran secundarios en sus sensaciones.
La intimidad no es esa caja fuerte cerrada a cal y canto, hermética y aislada, que nos ofrece el individualismo liberal. Al contrario, toda intimidad es una caja de resonancia, que vibra con notas comunes, aunque sea en soledad.

Dice Slavoj Žižek que él descubrió la intimidad colectiva en las piezas para piano de Erik Satie. Las clasifica como un tipo de comunismo musical, alejado de los coros propagandísticos y de las grandilocuentes cantatas dedicadas al Estado. Se trata de una música donde lo relevante es el fondo: quien la escucha traslada su atención desde el tema hasta ese fondo, igual que la política debe trasladar el interés desde los heroicos individuos al trabajo de la invisible gente ordinaria.

Entre las múltiples anotaciones perdidas que dejó Satie, hay un texto que suena enigmático, aunque en realidad no lo es: “Me llamo Erik Satie, como todo el mundo”. Así es lo común. Cualquier músico en un bar puede llamarse Erik, al igual que la vecina del edificio de enfrente puede llamarse Antígona. En el fondo, todo el mundo puede vibrar íntimamente.

https://www.diagonalperiodico.net/culturas/23868-la-intimidad-colectiva.html

Ahora bien, los pensadores del mayo francés, Foucault, Barthes, Derrida, solían hablar y escribir sobre la muerte del autor. Me parece un notable intento por salir del yo cartesiano. Por mi parte, no menos desesperado, yo quisiera  contraponer al famoso pienso luego existo de Descartes, el bailo luego existo de aves e insectos. ¿Es de una luciérnaga o de un tren la luz que se vislumbra al final del túnel? Como cualquiera, deseo que sea una luciérnaga. Me llamo Arquímedes, como todo el mundo.