En este capítulo discurren el bachiller Sansón, Sancho y don Quijote, sobre lo que se ha escrito en la primera parte de las andanzas de caballero y escudero. Resulta que han cobrado fama allende las fronteras de la Mancha. La discusión también versa sobre las burlas y veras que el moro Cide Hamete Benengeli describe en la novela y si coincide punto por punto con lo que realmente les sucedió a los aventureros. Como se puede adivinar, ni Sancho ni don Quijote, están de acuerdo con algunas de las cosas que saben se cuenta de ellos. En una parte del diálogo el bachiller les cita la diferencia aristotélica entre poesía e historia. La primera debe contar las cosas como deberían ser, mientras que la segunda debe de escribirlas tal como fueron «sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna». ¿A qué categoría pertenece el Quijote? Ni poesía ni historia. La primera novela moderna cuenta los sucesos no como debieron ser ni tampoco como fueron. Abre así una tercera posibilidad, que la ficción incluya la crítica y que, con historias inventadas cuente lo que en realidad pasó. Una realidad que a los historiadores de todos los tiempos se les escapa. No recuerdo quien dijo, pero alguien lo dijo, que la novela es la historia privada e íntima de los pueblos.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s