Para obtener el poder, hay que hacer alianza hasta con partidos qué tal vez no representan para nada lo que ellos siempre han defendido, un sin número de valores y principios que en teoría, distinguirían de un partido con otro.
La crisis de legitimidad y credibilidad de los partidos políticos se ha encarecido en estos últimos años de manera grave, y eso lo reflejan incluso los representantes quienes abanderan un proyecto con un combo de dos o más partidos, que según ellos, empatizan en un objetivo en común, coincidir con ideas, acciones y estrategias que encaucen al beneficio público; pero esto en la práctica no es así, nunca nos habíamos imaginado la alianza PRD-PAN ó PRI-PRD y en discutidas e incluso declarados por muchos años ante la historia asambleísta de nuestro País, un PAN-PRI con un solo fin, el convertirse en una verdadera opción llena de valores, proyectos y objetivos en común.
Derivado de la apatía y la falta de eficacia de nuestros representantes públicos, la corrupción, impunidad, incapacidad de poder consolidar al progreso y desarrollo de una región de nuestro País, literal se ha agravado en el voto útil.
La gente ya no cree en los partidos políticos, ya no cree en los discursos, no cree en la buena voluntad a principios de campaña de un Candidato, se inclinará por la persona que encabece dicho proyecto, aquel que sea popular, aquel que bien o mal tenga un trabajo en su comunidad, que sea famoso o “Influencer” que tenga esa capacidad de empatía a su público objetivo, que caiga bien, que tenga buena imagen, y que no sea un llamado “chapulín”y que bien o mal, tenga la capacidad de no contestar una pregunta con esa gran capacidad de evadir la respuesta, o la de resolver adecuadamente los cuestionamientos.
Las alianzas partidistas a mi consideración, sirven para recaudar aquellos votos que perdieron en el transcurso del tiempo, sirven para logran un fin, ganar de cualquier manera y a toda costa dejando a un lado aquellos principios que le dan identidad a una Institución ó Movimiento, le restan lo genuino, le restan lo esencial, el valor; y solo confirman lo dicho, limosnear votos para ser la fórmula ganadora y disfrazada.
Aldo Suah Islas Ruiz
Politólogo