La crueldad con la que Cervantes trata a sus dos memorables personajes tiene mucho de carnavalesco y escatológico. De ahí que pesar de la violencia exagerada muchas escenas nos muevan a risa. Bien dicen que lo risible es lo que más rápido caduca de una sociedad. Así, es seguro que muchas cosas que a la gente de su tiempo hacían reír a carcajadas hoy ya no nos lo parezcan tanto y apenas nos saquen algunas leves sonrisas como es el caso del manteamiento como perro de carnestolendas que le hacen al buen Sancho. Por último, lo que a mí me parece más importante del procedimiento cervantino es esa manera tan peculiar de mezclar lo cómico con lo trágico casi al mismo tiempo, tal es el caso de la buena de Maritornes que se compadece de Sancho después del manteamiento y le da agua y después vino. Con el Quijote se ríe y se llora, a veces en un mismo capítulo.
Publicado por Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras
Anarquista patafísico y bloguero en ciernes Ver todas las entradas de Colectivo de escritores hidalguenses y de otras tierras