En este capítulo don Quijote se añade un nuevo nombre: el Caballero de los Leones. En realidad muy bien puede hacerlo porque hasta ahorita es la más desaforada aventura que ha tenido el hidalgo. Hasta aquí, don Quijote me parecía que daba barruntos de ser algo cobarde en determinadas situaciones, pero esta no ha dejado duda de la temeridad del héroe. Y yo me pregunto junto con el del Verde Gabán, si don Quijote es un loco de remate o una persona que alterna la locura con la cordura. Como quiera don Quijote, ahora que sabe que miles de copias de la primera parte andan por todo el mundo, hace todo por acrecentar su fama. Es en este capítulo también donde el narrador nos dice que el original narrador de la historia hace votos y encomios del caballero manchego. Lo que estamos leyendo es una traducción que hizo un mozo de una obra que escribió un tal Cide Hamete Benengeli, pero además no sé, o no me ha quedado claro, si ese mozo es el que añade los comentarios o es otra persona.

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