A lo largo del proceso de investigación pude realizar un constante trabajo de campo, intervención y acompañamiento con los campesinos y sus organizaciones del Valle del Mezquital. Esto se debió a que a la par de mi ingreso al posgrado en Desarrollo Rural formé parte de una organización de la sociedad civil cuyo nombre es Instituto de Desarrollo Local y Educación (IDELE). Los integrantes en su mayoría activistas y académicos nos organizamos con la finalidad de realizar investigaciones desde la experiencia de sujetos subalternos del campo y la ciudad, tales como obreros, campesinos y ciudadanía en general interesada en generar conocimiento propio desde los problemas que se enfrentan a nivel local, sobre todo a raíz de la instalación de megaproyectos. Desde el año 2011 a la fecha el instituto se ha dedicado a diversas tareas y cada integrante tiene su propia postura ideológica y epistemológica. Sin embargo, el activismo en esta organización me permitió generar una pregunta metodológica central ¿Qué significa dejar hablar al sujeto?
Es por ello que desde un principio el tipo de investigación fue muy crítica con la supuesta neutralidad de las ciencias sociales. Es decir, el investigador no sólo es un simple espectador, sino que se convierte en actor en los procesos que trata de comprender. Este tipo de trabajos académicos, cabe señalar, tienen una larga historia en el Valle del Mezquital, ya que es en esta región donde se llevaron a cabo las primeras aplicaciones en nuestro país de lo que se llama Investigación Acción Participativa (IAP). Es así como he partido desde un posicionamiento político que lejos de soslayar lo he hecho explicito. Como señala Oslander (2008:110): “Esta política de posicionamiento se ocupa de las estructuras de poder existentes y analiza tanto la posición que elegimos adoptar, como las múltiples actitudes que asumimos como investigadores”.
Con esa experiencia que, aunque incipiente ha ido formando mi visión sobre la academia y su relación con el mundo rural, me ha permitido adquirir algunas estrategias para realizar el acompañamiento y la intervención con los sujetos. Por ello, a mi llegada a Santiago de Anaya y en mi convivencia cotidiana, en vez de realizar las acostumbradas técnicas de investigación, al inicio simplemente conviví con los campesinos y de ahí en conjunto fuimos encaminando la manera en que se desarrolló la investigación. Por ejemplo, en alguna ocasión don Poncho me preguntó si había algo escrito sobre el pasado de Santiago de Anaya. Les respondí que iría al Registro Agrario Nacional (RAN) y pidieron acompañarme. Para mí fue claro que existía un deseo de recuperar su historia. Ese fue el punto de partida para realizar una serie de actividades que me permitieran ahondar en la resistencia campesina. Lo que encontramos en los archivos del RAN y el Archivo General de la Nación, nos sorprendió y fue el detonante de las actividades en el transcurso de los años realizamos.
Como señala Nestor Kohan (2007):
Aquí reside la importancia metodológica de abordar el problema de la vida cotidiana como un presente inscripto en la historia y en la política. Si deshistorizamos la vida cotidiana y la suponemos como un espacio ajeno a la política, el único sujeto posible que nos queda es “la gente”…, pero en realidad se trata de mostrar a la luz lo que ya existe: hoy en día estamos asistiendo a la disputa –esencialmente histórica y política- entre dos tipos posibles de subjetividad. Una domesticada, individualista y fragmentada, dispersa y sumisa; la otra rebelde y resistente, solidaria y (potencialmente) subversiva, es decir, revolucionaria.
Ahora bien, la convivencia y conocimiento que adquirí con los integrantes del MISA, sin exagerar, ha transformado mi vida, pero más allá de esa experiencia adquirida que en mucho sentido forma parte de mi bagaje como investigador, también tenía que cumplir con los requerimientos académicos y, sobre todo, con el acuerdo que hicimos desde un inició sobre aquello de que la tesis que realizaría rindiera frutos prácticos y no sólo teóricos, lo cual implicó un reto. Ahora, como se dice vulgarmente, a toro pasado, estoy satisfecho porque, en cierto sentido, sí logré cumplir con lo prometido, pues gracias al proceso de intervención influí para que se lograra el nombramiento de Santiago de Anaya como municipio indígena el día 12 de octubre de 2015. El proceso inició en enero de ese mismo año y concluyó en esa fecha emblemática, lo que implicó que los integrantes del MISA recorriéramos varias las comunidades que conforman el municipio y participáramos en asambleas comunitarias. Aquí mencionó esta participación someramente, más adelante, en el tercer capítulo, abordo de manera sistemática y detallada ese proceso porque es parte crucial de las conclusiones y el enfoque epistemológico que le he dado.
Por lo tanto, cabe señalar que, si bien retomo lo más que pude comprender del pensamiento universal, mi intentó también se enfocó a realizar una sistematización del diálogo de saberes que con los propios conocimientos y experiencia vivida pude generar tanto con los integrantes del MISA y otros actores de Santiago de Anaya, como con otras personas dedicadas al mundo académico y del activismo social que participa en organizaciones de la sociedad civil.
A continuación, mencionó las principales actividades que realicé del año 2011 al 2018 y que sustentan la presente tesis los cuales fueron publicados en libros o de los cuales tengo una constancia que los avala.
- Sistematización del diagnóstico participativo sobre el impacto del megaproyecto de la refinería de PEMEX en Tula, Hidalgo y el nuevo proceso de industrialización que se avecinaba. Si bien la refinería que se había anunciado nunca se construyó la información recabada que realizamos más de una veintena de organizaciones y que implico reuniones y asambleas constantes y la sistematización de más de 150 entrevistas, quedó plasmada en el documento titulado Desarrollo regional en el suroeste del Valle del Mezquital. Diagnóstico y propuestas 2011.
- Nombramiento del Municipio Indígena Santiago de Anaya, el cual implicó realizar reuniones y asambleas informativas y de ratificación por parte de cada una de las 22 comunidades, lo cual quedó certificado ante notario público el día 12 de octubre de 2015.
- Quince entrevistas e historias de vida que realicé del año 2013 al año 2017 a los principales actores involucrados en el conflicto causado por la cementera.
- El seminario El Hidalgo Bárbaro del siglo XXI. Una agenda desde la sociedad civil. Que se realizó con el MISA y la Red de Organizaciones de la Sociedad Civil de Hidalgo que agrupa a más de cuarenta organizaciones civiles. Esto me permitió conocer los principales conflictos ocasionados por los megaproyectos no sólo en el Valle del Mezquital sino prácticamente en cada una de las regiones de la entidad donde realizamos reuniones y asambleas cada quince días en algún municipio y de igual forma cada ocho días nos reunimos en la ciudad de Pachuca para discutir y analizar desde un aspecto teórico los principales problemas que de las mismas reuniones iban surgiendo. El seminario inició el 13 de octubre de 2015 y concluyó el 23 de abril del 201 con un taller donde se plasmaron las propuestas que integraron la agenda.
- Seminario Estudios de caso y proceso de intervención, que en septiembre y octubre del año 2017 realizamos estudiantes de posgrado y académicos de distintas universidades y que nos permitió compartir nuestra experiencia como investigadores con temas afines, donde cabe resaltar el tema de la violencia y la necesidad de contar con nuevas herramientas de análisis fueron los principales temas en común.
- Foto reportaje “Murciélagos contra Vampiros” realizado por Silva Herrera León en diciembre de 2017. Si bien mi hermana que es fotógrafa profesional me ayudó desde mis primeros acercamientos a tomar las fotos de momentos que me interesaba rescatar, tales como ferias patronales, asambleas, seminarios, etc, fue a finales del año 2017 que a invitación de don Poncho, asistimos al Tercer Encuentro Internacional Contra la Incineración que se efectuó en Apasco, lo cual nos permitió recorrer el Valle del Mezquital desde Santiago de Anaya en la parte norte hasta el suroeste y recabar el material visual con el objetivo de presentarlo en este trabajo de investigación bajo un hilo conductor narrativo-histórico.
- Comunidad de Aprendizaje e Incidencia Aprendizajes para la transformación. Sistematización de experiencias de OSC. El cual fue una propuesta de formación teórico-metodológica para el fortalecimiento institucional que duro 17 meses del año 2017 al año 2018 y que me permitió compartir experiencias con organizaciones civiles de todo el país y así resignificar mi marco teórico metodológico.
Si bien esta tesis tiene el sesgo de mi perspectiva muy particular, las personas con las que he participado tanto en el MISA como en el IDELE coincidimos en que este proceso de investigación y acompañamiento nos ha permitido replantear objetivos y estrategias respecto la resistencia contra los megaproyectos.